Uno nunca está preparado para la muerte; ni para ajena, ni mucho menos para la propia… Nos podemos imaginar que (obviamente) algún día va a pasar, y hasta hacernos a la idea o intentar auto convencernos de que sí estamos preparados, pero no… nunca se termina de asimilar; nunca pensamos que puede ser hoy, dentro de un rato, en unos minutos o en apenas segundos. Entonces, cuando la muerte te toca el timbre, aunque no sea para visitarte específicamente a vos, te shockea. Eso es lo que me pasó a mí hace 2 hs.
Me subo al bondi, como cualquier día, y me encuentro con una amiga que me cuenta que ese pibe tan buena onda, simpático, “jodón”, falleció hace 1 mes. No era mi amigo, y ni siquiera puedo rotularlo de “conocido”, porque apenas lo ví en un par de reuniones en la casa de mi amiga, y no voy a ser careta y decir que me dolió porque “era taaan bueno”, porque como dije, no lo conocía… pero para ser sincera, desde que me enteré no puedo dejar de pensar en eso, al punto de que acá estoy, escribiendo sobre él después de meses de no escribir algo “profundo” por nada ni nadie.
Es que la muerte te deja pensando, filosofando… y más cuando le llega a alguien tan joven. No porque la juventud sea una especie de inmunidad o semi inmortalidad, sino porque es más complicado asimilar la muerte a manos de un cáncer de un pibe de 24 años. Obviamente puede pasar, pero es más “habitual” (aunque no estoy conforme con esa palabra en este contexto) que un chico de esa edad muera en un accidente, víctima de un acto delictivo, etc… Uno no piensa en juventud cuando piensa en cáncer.
Seguía en viaje, ahora caminando, pensando y pensando medio “ida” mientras las típicas preguntas existenciales que nos enseñan en la materia “Filosofía” de la secundaria, me inundaban la cabeza cayendo a borbotones. No llegaba más! Necesitaba soltar esto de una vez, y mientras se prendía la pc (sí, ya llegué a casa), no aguanté; agarré una hoja de carpeta que me sobró de cuando iba al profesorado, una lapicera, y acá estoy…
Esto no intenta ser un “homenaje” ni "despedida" para ese chico que, cometiendo sincericidio, debo admitir que no me caía demasiado bien… no por nada en especial, sino porque como dije, era muy jodón, carismático y a mí, que siempre fui la “loca” de mi grupo de amigos, me ponía celosa…
En fin, con todo esto, lo que quiero decir es que nadie tiene la vida asegurada… Hay que dejar de postergar, dejar de tener miedo. Hay que animarse! hay que ponerle onda a la vida aunque muchas veces (la mayoría) sintamos que es una mierda. Sí, es difícil y hasta cruel, pero es VIDA… Y como siempre, uno no valora las cosas hasta que las pierde, o en este caso, hasta que te da un mazazo en la cabeza la muerte de alguien cercano a vos. Hay que jugársela, porque la vida no espera, pasa.
Y bueno, eso. Siempre me cuestan los finales, así que no esperen nada demasiado poético o demasiado genial. Simplemente quería compartir con ustedes, a los que les interese leerme, este mensaje que es muy trillado pero hoy me doy cuenta que es la posta…
“…Vivamos cada día como si fuera el último…”
By Aixa77aquera
Me subo al bondi, como cualquier día, y me encuentro con una amiga que me cuenta que ese pibe tan buena onda, simpático, “jodón”, falleció hace 1 mes. No era mi amigo, y ni siquiera puedo rotularlo de “conocido”, porque apenas lo ví en un par de reuniones en la casa de mi amiga, y no voy a ser careta y decir que me dolió porque “era taaan bueno”, porque como dije, no lo conocía… pero para ser sincera, desde que me enteré no puedo dejar de pensar en eso, al punto de que acá estoy, escribiendo sobre él después de meses de no escribir algo “profundo” por nada ni nadie.
Es que la muerte te deja pensando, filosofando… y más cuando le llega a alguien tan joven. No porque la juventud sea una especie de inmunidad o semi inmortalidad, sino porque es más complicado asimilar la muerte a manos de un cáncer de un pibe de 24 años. Obviamente puede pasar, pero es más “habitual” (aunque no estoy conforme con esa palabra en este contexto) que un chico de esa edad muera en un accidente, víctima de un acto delictivo, etc… Uno no piensa en juventud cuando piensa en cáncer.
Seguía en viaje, ahora caminando, pensando y pensando medio “ida” mientras las típicas preguntas existenciales que nos enseñan en la materia “Filosofía” de la secundaria, me inundaban la cabeza cayendo a borbotones. No llegaba más! Necesitaba soltar esto de una vez, y mientras se prendía la pc (sí, ya llegué a casa), no aguanté; agarré una hoja de carpeta que me sobró de cuando iba al profesorado, una lapicera, y acá estoy…
Esto no intenta ser un “homenaje” ni "despedida" para ese chico que, cometiendo sincericidio, debo admitir que no me caía demasiado bien… no por nada en especial, sino porque como dije, era muy jodón, carismático y a mí, que siempre fui la “loca” de mi grupo de amigos, me ponía celosa…
En fin, con todo esto, lo que quiero decir es que nadie tiene la vida asegurada… Hay que dejar de postergar, dejar de tener miedo. Hay que animarse! hay que ponerle onda a la vida aunque muchas veces (la mayoría) sintamos que es una mierda. Sí, es difícil y hasta cruel, pero es VIDA… Y como siempre, uno no valora las cosas hasta que las pierde, o en este caso, hasta que te da un mazazo en la cabeza la muerte de alguien cercano a vos. Hay que jugársela, porque la vida no espera, pasa.
Y bueno, eso. Siempre me cuestan los finales, así que no esperen nada demasiado poético o demasiado genial. Simplemente quería compartir con ustedes, a los que les interese leerme, este mensaje que es muy trillado pero hoy me doy cuenta que es la posta…
“…Vivamos cada día como si fuera el último…”